Niños lectores de provincia de Utcubamba (Amazonas). Foto: Alberto Pintado. |
El Ministerio de Educación con el fin de impulsar el desarrollo de las capacidades comunicativas viene realizando la hora de lectura y los concursos de redacción, argumentación y cuento. En este contexto, ha dispuesto y la organización y desarrollo del Plan Lector (PL) en todas las instituciones educativas -públicas y privadas- de Inicial, Primaria y Secundaria de la Educación Básica Regular.
¿En qué consiste el Plan Lector?
Es una estrategia pedagógica para fomentar y orientar la práctica de la lectura de los estudiantes y docentes. Se trata de que lean cuentos, revistas, fascículos, libros, obras literarias y manuales, de acuerdo con sus características afectivas y cognitivas, sus intereses y necesidades. Leer para comprender, analizar, sintetizar, valorar y emitir juicios críticos sobre textos escritos y relacionados con las ciencias, las humanidades, las tecnologías, las artes, los deportes, la creación literarias y la cultura general. Todo ello en el marco de la formación integral de los educandos y el desarrollo cultural y profesional de los profesores.
El PL se debe diseñar, implementar y poner en acción en cada centro educativo, con la participación y concertación de directivos, profesores y padres de familia, bajo el liderazgo de un equipo multidisciplinario que tiene como base a los docentes de comunicación y a los tutores. Se busca que cada estudiante y maestro lea como mínimo un material bibliográfico cada mes, desde leugo, fuera de las horas de clases e incluyendo las vacaciones escolares.
El PL debe responder a la realidad de cada plantel y su entorno. Algo importante es que la secuencia de los libros sea determinada por los propios alumnos con la orientación de un docente y que, naturalmente, disfruten de cada uno de ellos.
Cada Institución Educativa -en el marco de su autonomía- adoptará las formas e instrumentos que considere pertinentes para verificar el desarrollo de las lecturas. Lógicamente, es fundamental que el escolar las relaciones y aplique durante durante las sesiones de aprendizaje de las áreas y talleres curriculares.
En lo referente a los docentes, creo que es necesario que cada uno decida los 12 libros que desea leer y utilice, cada mes, unas horas de su clase pqara compartir con sus alumnos los contenidos de sus lecturas. Si los profesores conjuntamente con los niños y adolescentes leen, con seguridad, se generará un ambiente favorable para el éxito y continuidad del Plan Lector.
Para la ejecución del PL se puede ussar las bibliotecas escolares, comunitarias y municipales, así como libros y otros materiales bibliográficos existentes en los hogares y otros espacios de cada localidad.
Es un imperativo que cada padre de familia haga suyo el de su hijo o hija para apoyarlo y acompañarlo con el fin de que alcance el objetivo de leer con motivación y satisfacción los libros seleccionados.
Si logramos que la lectura comprensiva de textos escritos se convierta en un hábito cotidiano, sin duda, estaremos contribuyendo a que sea letra viva esta expresión que está calando rápidamente en la conciencia nacional: "Un Perú que lee, un país que cambia".
Idel Vexler viceministro de gestión pedagógica
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